Una endodoncia es un procedimiento sencillo que los especialistas realizan casi a diario en sus consultas. Es por ello que, al ser una intervención sencilla, tiene fácil recuperación. En este artículo te enseñamos pautas y consejos a seguir para el postoperatorio.
Al realizar una endodoncia, el especialista utiliza anestesia local para dormir la zona a tratar. Debido a esto, después de la intervención, la lengua, los dientes y los labios pueden permanecer anestesiados por unas horas. Evita masticar hasta que la anestesia haya desaparecido ya que puedes morderte la boca o la lengua sin darte cuenta y hacerte herida.
Durante los primeros días después de la intervención puedes sentir sensibilidad en la zona tratada, sobre todo si antes de la endodoncia había infección. Para aliviar este dolor, los analgésicos ayudarán en gran medida. También es eficaz el enjuague con agua tibia y sal.
Si por el contrario te han recetado antibióticos, es crucial que los sigas tomando todo el tiempo que el especialista haya recomendado. Incluso si los síntomas de la infección desaparecen.
Es posible que sientas el diente endodonciado diferente al resto durante un tiempo. Transcurridos unas semanas será el momento de valorar si es necesario colocar una corona para evitar fracturas. Este paso es casi imprescindible puesto que en la mayoría de casos, se pierden más dientes por no sellarlos que por un tratamiento de endodoncia deficiente.
Si notas alguno de estos síntomas ponte en contacto con tu especialista:
- Desequilibrios al masticar.
- Diente “tenso” o apretado.
- Dolor o inflamación.
- Dificultad al pasar el hilo dental entre la pieza.
